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Delirios de autor (el blog de Manuel Fernando Estévez Goytre)

Blog dedicado al autor Manuel Fernando Estévez Goytre y su obra

Como la vida misma

Publicado en 10 Agosto 2017 por deliriosdeautor

Manuel Fernando Estévez Goytre

 

Como la vida misma

 

La vida. Ese préstamo que nos hicieron momentos antes de nuestro nacimiento o, según interpretaciones religiosas, filosóficas o metafísicas, desde el propio momento de la concepción. Nadie, y cuando digo nadie apelo al más amplio sentido del significado de la palabra, conoce con exactitud los parámetros o la normativa que han de regir el destino de la existencia de cada uno de nosotros. No hay más que observar las distintas culturas con las que la geografía o la historia nos han obsequiado para hacernos una idea de las diferentes proyecciones que a cada nación, a cada familia o a cada ser humano le interesa darle. Pero esas conjeturas forman parte de una visión de conjunto y da la casualidad de que este texto está concebido para analizar la vida, si es que de un análisis se trata, a modo de ente individual. Todos sentimos una curiosidad innata por saber de qué material o materiales está hecha, qué relación guardan espacio y tiempo, de qué lugar proceden sus aguas o hacia dónde se arrastran por su cauce. Unos se la fuman, se la beben o se la inyectan; otros se la comen y la vomitan después; algunos hacen el amor o fornican con ella cuando sus semejantes, por el contrario, le declaran la guerra; unos piensan en la de los demás y otros, la mayor parte de los mortales, en la suya propia. A veces se presenta en estado gaseoso, en el que todo o casi todo es posible; otras se licúa y por tanto ofrece posibilidades directamente proporcionales a la agilidad que cada cual posee para mantener el equilibrio en sus aguas rápidas o la calma cuando la velocidad se reduce o incluso se estanca; y otras, más habituales de lo que creemos, se solidifica, lo que se puede traducir como la percepción de las señales que nos llegan a través de palabras gruesas o carentes de sentido y hechos hostiles que nos alejan o nos acercan, vaya usted a saber, de la realidad que nos ha tocado vivir. Puede ser lineal, circular o caótica, es decir evoluciona sobre la marcha, da innumerables e inútiles vueltas que no llevan a ninguna parte o, peor aún, transita por sendas inexploradas que desembocan en un callejón de difícil o imposible retorno cuando no en un precipicio de rocas cortantes y puntiagudas. Yo, particularmente, empecé a escuchar sus notas, que me podían ofrecer según día, hora o estación del año, euforia o nostalgia entre otras sensaciones que dada la duda razonable que plantea este texto no procede liberar del cofre donde permanecen atesoradas. Pasado un tiempo intenté leerla, pero no contento con las historias, que no sabía muy bien quién me trataba de contar, me propuse darle mi propio rumbo y comencé a escribirla. Ahora, en el ocaso de mis días, puedo decir que la impresión que he sacado de ella es la que trato de reflejar en estas líneas.

 

Alicante, agosto de 2017

 

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